Jamás había visto un par de ojos
tan impresionantes como los de esa mañana. Tenían un color especial y un brillo
en ellos y ni hablar de la misteriosa mirada que los acompañaba en cada
pestañeo. Podrían ser casi tan profundos como el mar y aun no lograría definir
bien la palabra exacta de aquella mirada, quizá el vacio o el precipicio, fríos
como el hielo y crudos como cuchillas... Pero nada de eso le importaba, algo
había en esa mirada que lo hacía delirar, sonreír y electrizarse con tan solo recordarla, pero él no había sido el
único que había quedado fascinado, ella se había perdido en el abismo de esos
ojos penetrantes, tan brillantes como el ámbar, que con cada pestañeo
vislumbraba el encanto de ese oro liquido recorrerlo y la forma de esa mirada incitante, ahora ella
evade la mirada y huye pues, tiene miedo de volver a hundirse en fantasía, como
en aquel par de ojos castaños que le robaron hasta el aliento.... aquellos que
habían hecho de su vida una maravilla y cuando menos lo espero, su fantasía se derrumbo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas,
pequeñas palabas dulces se reproducían en su mente. <<Nunca te olvidare >> musito para
ella misma con la mano en aquel collar.
Manteniendo la firmeza que su corazón sigue tan vivo, como sus palabras.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario